La puta Cenicienta

Desde que somos muy chiquitas, creemos y tenemos la certeza que en algún momento de nuestras vidas vamos a encontrar a nuestro príncipe azul. Aquel que nos va a rescatar de las garras de alguien malvado o que simplemente va a convertir nuestra penosa y desdichada vida en una vida llena de alegrías y momentos de amor eternos.

Nos vamos desarrollándonos, vamos viviendo el día a día, sin darnos cuenta que realmente seguimos buscando ese amor salvador que nos va a aliviar de todos y de todo.

Nada más lejos que la realidad, No?...

Es por ello que hoy siento la necesidad de expresar mis sentimientos y develar verdades que se mantuvieron ocultas para algunas de nosotras.

Creemos que los cuentos que nos contaron siempre fueron inofensivos y educativos, pero NO, para nosotras las nenas, fue aun más difícil.

La Cenicienta, sin ir más lejos, (como tantos otros cuentos de El SEÑOR DISNEY)… NOS DESTROZO LA VIDA! Tal vez la expresión sea demasiado fuerte si pensamos que estamos hablando de un simple cuento infantil, pero no es un simple cuento.

Es EL CUENTO que a muchas de nosotras, nos marco y que está cargado de connotaciones no implícitas que terminan siendo verdades absolutas para muchas de las niñas que hoy ya estamos creciditas.

La Cenicienta esconde una historia de sometimiento, de dolor, de vida tortuosa y de humillación social y mentiras extremadamente refutables que quiero desarrollar en estas líneas:

- NO VAS A TENER UN BMW O UNA CARROZA SUPER PRO SI APARECE UN HADA MADRINA (lo más probable es que estés drogada si la ves) HACETE A LA IDEA: vas a tener que laburar como una esclava toda tu vida y rompiéndote el lomo para tenerla.


- MUCHO MUCHO MENOS vas a tener unos ratones que te salven haciéndote el vestidito para que seas la más linda de todas… vas a tener que ir a comprártelo y mínimo, vas a tener que pagar 3 lucas para tener uno como ese…

- Y por ultimo y no menos importante NADIE EN LA VIDA TE VA A IR A BUSCAR DESPUES DE UNA FIESTA PORQUE TE OLVIDASTE TU ZAPATITO.



BASTA DISNEY, BASTA DE MENTIRNOS…. La calabaza no se convierte en carroza y
….. El príncipe azul no existe

Esse est percipi.

¿Ser es ser percibido?
¿Qué es ser?,
¿Por qué quiero ser? ¿Por qué quiero ser percibida?

Hoy tomo esta frase desde mi propia interpretación, desde mi propio momento.

Cada día que pasa buscamos la aprobación de los demás, decir que tenemos un buen trabajo, que somos profesionales, que somos lo que somos…
¿Pero pensamos que queremos ser?
Cuando pienso en que quiero ser, nada de lo que hay se asemeja a mi, nada me hace sentir que soy, porque yo no doy diseñadora, yo no soy un buen trabajo, yo no soy lo que muestra mi cuerpo, soy otra cosa… y eso realmente es lo que quiero ser.
¿Pero como? Si no sirve el mundo social para demostrar quien somos, porque el mundo social nos lleva a querer ser percibidos, por todos y para todos, para tener estatus y por sobre todo para tener seguridad.


Hoy es el día para dejar lo seguro… para buscar quienes somos, sin buscar eso… para entender que Somos mente y alma… el cuerpo es solo material.
----------------------------------
Sentimientos encontrados,
recuerdos que vienen y se van.
sensaciones que se quedan
para nunca más marchar.
----------------------------------
Dulce y complicada
encantada y perturbada
me dejó tu amor.
Y así te amé,
te busqué,
te lloré.
Y te volví a buscar
y te volví a llorar.
¿Culpa de mi niñez adulta?
Y así me iré,
dulce y complicada
encantada y perturbada,
sin tu amor.

La memoria del alma

Creemos y sentimos muchas veces que vivimos situaciones repetidas, conocemos gente que tenemos la certeza de haberlas visto en algún momento, o que nos resulta familiar.
Hablamos de dejavú, pero no hablamos de aquello que une todas esas cosas maravillosas e inexplicables y esa es “nuestra memoria del alma”
Para los budistas la memoria del alma es aquella que se empieza a revelar en el momento en que estamos preparados para tolerar ciertas cosas que vivimos en alguna vida pasada.
Hasta ahora es el único discurso que me llena y me completa cuando miro a una persona y siento que la conozco de toda la vida.
Esta memoria nos puede mostrar infinitas cosas, personas o situaciones que al fin y al cabo siempre tienen un único fin, enseñarnos para poder aprender.
Particularmente siento que mi memoria del alma no para de manifestarme cosas, momentos vividos, gente que se une a mi a la cual siento conocer desde siempre, gente a la que se aparece de sopetón en el momento y lugar oportuno para darme una palabra de apoyo, un gesto de amor, o un gesto de desamor.
El tema está en que realmente no estoy segura de si estoy aprendiendo, o solo estoy dejando pasar esos momentos por el simplemente hecho de sentir que todo lo que pasa es parte de la vida y la casualidad.
Recuerdo que un día una amiga me dijo, tu alma es un alma vieja…
Me quede pensando por días y horas porque decía que mi alma era un alma vieja, a que se refería, y si realmente yo sentía que mi alma era así.
Muchas veces busqué respuestas a preguntas que nadie se animaba o que realmente la gente no se cuestionaba, muchas veces me sentí especial por no compartir pensamientos, o maneras de ver la vida.
Y así me di cuenta que mi memoria del alma es vieja porque siento haber vivido mil y una vez, porque siento que en cada una de esas vidas aprendí algo diferente que hoy por momentos puedo demostrar y por otros momentos no… pero sigo aprendiendo.
Hoy, en esta vida, y a esta hora aprendí algo que me enseña a saber quien soy yo para con el mundo y me di cuenta que mi conexión con los demás esta fundamentada en otra cosa más que la vida cotidiana, y esa conexión la hago pura y exclusivamente desde el espíritu y desde el amor.
El tiempo pasa. Una frase muy repetida y trillada que lo único que hace es reafirmarte que cada día te vas poniendo un poco más vieja, definitivamente es así, “el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos”. No me importa.
No es momento para preocuparme por eso pero si siento que el tiempo pasa y la gente cambia, para bien o para mal las cosas en general cambian y tiene su parte alegre y su parte dolorosa. Hoy vuelvo después de mucho tiempo a un lugar en particular donde viví los momentos más felices de mi vida. Vuelvo pero diferente.
Con muchas batallas ganadas, con muchas batallas perdidas, pero vuelvo, porque volver a pesar de los miedos es aventurarse a vivir.
Vuelvo y voy solo para conectarme con esa parte de mí que ya quedo perdida, para conectarme con lo que fui, para conectarme con lo que soy hoy.
¿Que grandes cosas encontraré después de mucho tiempo de no estar mas ahí?, ¿que grandes momentos vendrán a mi mente?

Ese lugar es una película sin fin, es volver a ver caras conocidas, es volver a estar en familia, es volver a recordar gente que vino y ya siguió su rumbo.
Ese lugar marca el fin de mi año y es el comienzo de otro con muchos más proyectos, con muchas más dificultades y con muchas más responsabilidades.

Ese lugar es para encontrarme conmigo

El poder de la mente.

Las cosas que nos suceden en la cotidianeidad de nuestra vida nos provocan una mezcla de sensaciones, de incertidumbres, de miedos, de pensamientos que son los que día a día nos boicotean, nos desequilibran y nos sacan de nuestro eje.

Una mente bien equilibrada es aquella que acepta todas estas cosas que suceden, aquella que se permite sufrir, aquella que hace caso a los sentimientos y no los deja pasar. Solemos callar el dolor y guardarlo tan profundamente que cuando explota no siempre es de la manera correcta o generalmente nos causa más dolor del que tendría que tener.

Aceptar y respetar nuestros momentos de malestar, trabajarlos, y exteriorizarlos ayudan a sanarlos.

Creemos que lo mas sano es dejar pasar los momentos que nos torturan y pensar que ya va a pasar, pero así no funciona, según mis experiencias y lo que puedo notar en la gente que me rodea cuando sentimos dolor buscamos aun sufrir mas, desde ya que es totalmente inconciente, nadie quiere causarse mas dolor del que tiene, pero resulta inevitable hasta hacerlo insostenible y allí es donde ya no podemos controlar nuestra mente.

Si damos lugar a volar vamos a volar mucho más alto y como todo lo que sube rápido, aun baja mas rápido. El pasó a paso, el no creerte autosuficiente y pedir ayuda cuando lo necesitas también es lo que te mantiene en tu eje. Valorar las cosas positivas de cada hecho, aun hasta aquel que vemos totalmente negativo y pensar que todo lo que nos pasa sirve para que aprendamos, nos pone en otro lugar diferente, nos conecta con nuestras necesidades y nuestros deseos y sin duda alguna nos permite afrontar todas las cosas dolorosas y maravillosas de esta vida.